La siguiente propuesta gráfica pretende presentar la revista mensual con distribución nacional, CAYE. Se trata de una publicación diferente al resto de las que existen en el mercado actual porque dedica todas sus páginas exclusivamente a ofrecer entrevistas. Por ellas se pasean grandes personalidades y profesionales del panorama cultural y artístico nacional e internacional, así como emprendedores y colectivos emergentes. A CAYE lo que le importa realmente son las historias de las personas que en estos momentos están desarrollando proyectos interesantes. No vale con simples noticias o reportajes, CAYE va más allá y habla con los creadores de tú a tú para que el lector conozca más en profundidad a esa gente a la que vale la pena seguir de cerca. De esta manera, el lema “Cultura, Arte y Entretenimiento en primera persona” se convierte en imprescindible para resumir el concepto y la
esencia que pretende transmitir la revista.
La publicación está orientada a mujeres y hombres de entre 30 y 50 años con cierto poder adquisitivo que buscan contenido cultural de calidad. Estas personas viven en grandes ciudades, tienen una vida social plena, son ávidos lectores, amantes del papel y reconocen un buen producto allí donde lo encuentran.
La línea gráfica general de la revista es sencilla, impoluta y agradable, con un toque de modernidad pero sin arriesgar demasiado. Como contiene largos textos, presenta tipografías inteligibles (Cormorand Garamond y Source Sans Pro) y una encuadernación rústica encolada que recuerda a la de un libro. Asimismo, para que los lectores puedan disfrutar de la óptima calidad de las fotografías y de una agradable lectura, CAYE tiene un tamaño din-a 4 (21 x 29.7 centímetros) con las hojas interiores mates de 120 gr y con un papel no satinado de 200 gr para las tapas. En su interior, cinco secciones, diferenciadas por colores, que se mantienen a lo largo de cada número: literatura, cine, teatro, arte y música.
Sin embargo, antes de que el consumidor descubra el contenido interior de la revista, lo primero que verá y que deberá llamar su atención es la portada. Con tal de no dar mayor importancia a alguno de los entrevistados, la filosofía de CAYE es optar por poner todos los meses en portada la ilustración o el collage de algún artista. Se trata de una decisión de neutralidad pero que también sirve para dar visibilidad a nuevos artistas, ya que para cada número se invitará a uno distinto.
En la portada aparece la cabecera con el nombre de la revista, la fecha el número y el precio, que son elementos editoriales fijos que tienen que aparecer siempre. Además, se incluye el subtítulo que aclara mejor de qué trata la publicación. Para despertar la curiosidad del lector, tres titulares con un pequeño resumen del artículo que destacan las entrevistas más relevantes de ese mes. Lo más interesante de la portada es que la hoja está troquelada por el centro de forma cuadrada, como si de una ventana se tratara, dejando así entrever la imagen de la hoja siguiente, es decir, el collage o ilustración del mes. De esta manera, en las dos primeras páginas del interior de CAYE aquello que encontramos es la imagen entera, no solo la parte que deja entrever el troquel de la portada, e información de contacto sobre el artista que la ha realizado. Es un factor que sorprende y que no se remite a la típica portada con una imagen encuadrada, dándole así un valor añadido que hará que el lector advierta nuestra publicación entre medio de tantas otras. Por lo que respecta a la contraportada, esta incluye el código de barras, otro de los elementos editoriales fijos, y una pequeña ilustración que irá variando cada mes, ya que va ligada a la imagen principal de la portada. Esta ilustración es una representación de uno o varios elementos clave del dibujo presentado, creando así un hilo de conexión entre el principio y el fin del número. Por último, el diseño muestra algunos elementos gráficos geométricos, que se mantienen en todos los números pero cuyo color va cambiando en función también de la ilustración del mes. De esta forma, se crea una paleta que contrasta pero que a la vez se hace agradable y llamativa combinada siempre con el blanco de la hoja, que también juega un papel muy importante.
¡Una pasada!
Me encanta Lidia.
Enhorabuena.
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